“Mi hijo tiene 13 años y huye de los libros, sólo pierde el tiempo con las nuevas tecnologías…no quiere hacer deberes, se acuesta a la 1 de la mañana…siempre la misma historia…miente constantemente diciendo que no tiene deberes, no tiene exámenes… el tutor no para de llamarnos…le hemos quitado el móvil, la tele, no sale…pero ni así se pone a estudiar.”

Desde la consulta de psicología ubicada en el barrio de Les Corts, Barcelona, hoy empezamos una cadena de posts que hablarán de las dificultades en el aprendizaje y los problemas con los estudios que sufren niños, niñas y adolescentes.

Habitualmente la falta de interés por los estudios se debe a una baja motivación

Muchas familias ven como sus hijos, poco a poco, van perdiendo el interés en el estudio; sus hijos suspenden, no tienen hábitos de estudio, y carecen de todo orden. A menudo dedican más tiempo a jugar y pasarlo bien con los amigos, que en atender en clase y realizar los deberes en casa, hecho que acaba derivando en un problema con los estudios.

Asiduamente, la falta de interés por los estudios, se debe a una baja motivación. Habitualmente, los padres suelen intentar que sus hijos estudien más, castigándolos si no lo hacen y haciéndoles regalos cuando sí. Aun así, ven que sus intentos no consiguen su objetivo, y sus hijos siguen sacando malas notas. Es importante que el niño/a o adolescente, encuentre sentido al estudio viendo las consecuencias que esto va a tener en un futuro.

¿Cómo aumentar la motivación por el estudio de mi hijo o hija?

Para aumentar la motivación y por tanto, el rendimiento, debemos proporcionar metas que sean lo suficientemente difíciles para que cuando las consigan, vean que son capaces, y a la vez que no sean tan complicadas que la probabilidad de fracasar sea muy alta. En ocasiones, los niños y niñas con dificultades de aprendizaje, son tan inseguros, que prefieren suspender porque no estudian, antes que estudiar y suspender igualmente; tienen miedo al fracaso.

Otro aspecto que va a ayudar a aumentar la motivación será los premios. El premio no debe ser con dinero, sino con elogio y con reconocimiento, que el niño vea que valoramos su esfuerzo. Esto le ayudará a seguir mejorando. Sin embargo hay que tener presente que el castigo no promueve las acciones, sino que las limita.

Y hasta aquí el post de hoy. En la próxima entrada hablaremos de los problemas más comunes a los que se enfrentan niños/as, adolescentes y padres y madres.

 

 

 

Marina Roca

Psicóloga Infantil

Número Colegiada 20417